Yume no Owari

Es el año de 1620 en Japón. El emperador, guía del país, decide crear pueblos y aldeas para que sus fuerzas militares y productivas crezcan y lleven al país hacía el avance. Uno de esos pueblos es Kakunodate. Un shogun, enviado por el emperador mismo, fue llevado a ese lugar para crear el pueblo que albergaría a la elite militar. Construyó y fortifico con sus hombres cada muro que les serviría como hogar. Pero no solo deseaba cumplir los deseos del emperador si no también los deseos que quizás todo aquel que se enlista en la milicia persigue: Los deseos carnales.

El florecimiento de los árboles de cerezo de cada año atraía a los viajeros y artistas. Gente poderosa llegó para invertir en los campos fértiles y hacer grandes producciones de arroz y otros cereales y alimentos. El teatro servía como entretenimiento para las familias y los actores caída la noche eran la diversión personal de los jóvenes caballeros que deseaban algo más que un acto burlesco.

Los feudos de los Daimyōs fueron dando grandes frutos y el dinero fue llegando al pueblo y para finalmente dar por acabada su perfecta ciudad construyó uno de los burdeles más prestigiados de Japón. Takanori Matsumoto, un muchacho jóven y apuesto se convirtió en el Oiran de ese lugar, educando a jóvenes bellos y delicados en el arte que es el brindar placeres y compañía.

Hasta ahora el pueblo ha prosperado, pero el número de Daimyōs crece y con su número su avaricia también. Los clanes han empezado a crear rivalidades. Incluso los mismos espíritus han hecho acto de presencia. Aquellos jóvenes que ofrecen su cuerpo son codiciados por más de un hombre.

¿Es posible que la paz exista en una ciudad de guerreros?

Botón: